7.10.09

Animal #8

Rex (1 de 2)
“Ritual”
Historia: Zirijo

I

No sé que decir. Esta criatura se ha convertido en un ser medio serpiente y medio humano. Su nombre es “Cascabel” y me ha dado la bienvenida como el nuevo Rey de Agartha.

- Increíble… no recordaba cómo se sentía mover las piernas – dice “Cascabel” mientras se mira, desde la punta de los pies, hasta los dedos de las manos – Debemos reunir a la corte, y a todos. Hay que dar la noticia a todos.

- Espera, que… ¿qué se supone que sucederá ahora?

- Señor, usted no se preocupe, “Alma Brillante” nos habló de usted. Nos dijo que vendría y todo lo que debíamos hacer, no se preocupe.

“Cascabel” se aleja, mientras miro a mi alrededor. La luz que produje con el cristal de energía les trajo de vuelta su propia forma, como si la oscuridad se las hubiera robado. Quedo nuevamente en la soledad de Agartha, esta vez con una luz tenue, que permite ver todo lo que me rodea.

La ciudad es más grande de lo que pensaba. El templo que contenía al Elemental del Cor es el centro de todo el amplio terreno que abarca la ciudad. Las construcciones son antiguas, y muy mal cuidadas. Había plazas abandonadas, templos, edificios, de todo. A medida que la luz generada por el cristal iba alcanzando más espejos, desplegados por el techo y muros que abarcaban la ciudad, la luz era más intensa y permitía ver más cosas.

- He vuelto, señor – me dice “Cascabel”, mientras observo fijamente el cristal, tratando de identificar su material.

- ¿Ese cristal? ¿Sabes de qué está hecho? – le pregunto a “Cascabel”.

- Lo dejó aquí el “Alma Brillante”. Es parte de su poder. Su legado eterno para Agartha.

- Mmmm… Cor cristalizada… Debí suponerlo – medito, mientras que “Cascabel” se acerca.

- Señor, soy un sirviente del palacio del “Alma Brillante”, ahora le sirvo fielmente – me dice, arrodillándose, mostrando gran respeto.

- Levántate “Cascabel”, no soy nadie para que te inclines de ese modo.

- Claro que si, usted es el nuevo Rey… o por lo menos eso creen los sabios de palacio… - se detiene en una pausa, mientras busca en su cabeza la información que necesita – Debe acompañarme, los sabios deben haber regresado a su forma original, ellos le darán las respuestas que necesita.

II

“Cascabel” me lleva de vuelta al palacio central. Ahí pasamos de largo la habitación del “Alma Brillante”´, como ellos llamaban a Maxter, y seguimos hacia las profundidades de palacio. Allí, hay un gran salón, que da a tres puertas diferentes.

- Estas son las tres puertas, de los tres sabios, Lord Animal. Aquí se reúnen para que usted pueda pedir consejo – me comenta Cascabel desde la entrada al salón, donde se queda inmóvil – No puedo entra al salón con usted mi Lord, es terreno prohibido.

- ¿Qué se supone que debo hacer? – le pregunto, sin poder dejar de mirar las puertas.

Se ven imponentes, ya que son del mismo porte que los muros. Inmensos. Las grandes puertas estaban rodeadas de paños rojos, morados, y naranjos, colores de la realeza para los agarthianos.

- Pida hablar con los tres sabios. Invóquelos – me dice Cascabel, mientras que trata de mantener la compostura.

- Tres Sabios, necesito conse... - no termino de hablar, y las puertas comienzan a moverse por sí mismas.

Se abren las tres al mismo tiempo, dejando entrar la luz a esas habitaciones cerradas. Tres criaturas salen de las puertas. Una de cada una, sin una forma definida, pero, con la luz que el cristal de Cor genera, las criaturas comienzan a cobrar forma, y hablan.

- Los tres sabios te saludamos – dictan al unísono, mientras que adoptan la forma de un hombre/elefante, un hombre/chimpancé y un hombre/león.

- Tres Sabios… – continúo – vengo a pedir consejo y guía.

Los tres sabios me miraron de pies a cabeza, buscando algo… algo que no estaba.

- Sabemos por qué vienes, soberano – dicen los Tres – No tienes las marcas que te hacen Rey absoluto de las tierras de Agartha.

- ¿Qué marcas? – pregunto. Sé mucho de los agarthianos, pero no tenia idea de que necesitara algún tipo de marca para ser Rey.

- Las marcas de las Tres Familias de Agartha. Las Marcas que sólo te pueden dar las familias reales de Agartha - se detienen un momento, y luego ordenan a “Cascabel” – Lleva al soberano para ser preparado, luego llama a las Familias.

- Si, Tres Sabios. – contesta “Cascabel”. Luego, dirigiéndose a mí, dice – Vamos, señor Animal, sus aposentos lo esperan.

III

Mientras abandonamos el palacio, “Cascabel” me guía por la antigua ciudad. Antes de entrar, todo estaba vacío… muerto. Pero ahora, con las luces de Agartha encendidas, había mucho movimiento en las calles. Todos los que viven en Agartha tienen la característica de compartir fisonomía animal y humana. Los niños agarthianos corren probando sus piernas, las personas conversan y todos son amigos. Lo más sorprendente es que, al verme, no salen corriendo, ni comienzan a rezar, sino que me sonríen y me saludan con mucha amabilidad.

- Señor, hemos llegado a sus aposentos reales – me dice “Cascabel”, mientras entramos a una construcción que no estaba tan destruida por el paso del tiempo.

- ¿Aquí es donde viviré? – pregunto.

- No señor, aquí esperara, hasta que esté listo para que las Familias lo vean. Ahora, llamaré a alguien para que lo vista y bañe apropiadamente.

- Hey, Hey, Hey… aguarda, esas cosas las puedo hacer por mi cuenta, amigo, ya no estoy en edad para que me bañen o me vistan – reclamo, sin entender muy bien.

- Como quiera, señor – responde “Cascabel”.

Dejo que se vaya antes de meterme al agua. Estas casas agarthianas están mejor equipadas de lo que creía. Una gran tina me permite descansar por un momento. Recuerdo lo que he vivido durante todo este tiempo y del por qué estoy aquí, y sólo logro confundirme más. Termino mi baño, y en la cama de la habitación hay una toga, de color blanco. Usar ropa nunca fue una de mis preocupaciones cuando estaba en la superficie, pero debo usarla ahora, por respeto a las tradiciones agarthianas.

- ¿Está listo, señor? – pregunta “Cascabel”.

- Creo que si – respondo.

- Entonces, estamos listos. Iremos a “La Cueva”, para la ceremonia de iniciación.

IV

Cuando vuelvo salir de aquel edificio, veo que la vida en Agartha pareciera que no ha cambiado nada. Como si no hubieran pasado ni cinco minutos, la gente del sub-suelo se pone a ordenar, limpiar y reconstruir su ciudad. Observo y no puedo creer la camaradería que se vive en este lugar. Todos cooperan con todos, todos tratando de revivir la gran ciudad de Agartha.

Entramos a “La Cueva”, para la prueba con las Familias. Camino detrás de “Cascabel”, por un largo pasillo, que nos lleva directamente a un gran salón iluminado por llamas de fuego ubicadas a los lados de la caverna.

- Lo noto sorprendido – me dice uno de los dos agarthianos que me esperan en el centro de la sala.

- ¿Quién es usted? – pregunto inmediatamente a quien me había dirigido la palabra.

- Soy “Garras I”, representante de los Mamíferos en el Concilio, y cabeza de una de las Tres Familias – respondió el sujeto con rostro de tigre.

- Impresionante – interrumpe la mujer que está a su lado – Ustedes los mamíferos siempre tratan de impresionar con los nombres.

- ¿…Y usted es…? – pregunto ahora.

- Disculpe mi descortesía. Soy “Madame Ha’wk”, representante de las Aves – responde, escueta.

- Y ella es “Madre Antenas” – dijo “Cascabel”, presentando a quien entraba al salón.

- Condesa de la Familia de Insectos, aspirante – completa “Madre Antenas”, que me mira completamente, y luego pasa a saludar a los otros representantes.

- Estando aquí las Tres Familias, las más grandes e influyentes de las tierras de Agartha, podemos comenzar con el rito de iniciación.

- Espera un momento, reptil – dice la última representante de las Familias en llegar – Traigo inquietud y muchas preguntas desde mi panal. Allí, todo el mundo se pregunta la razón de nuestro despertar, y cómo es posible que tengamos que reconocer a este desconocido como nuestro Rey, así nada más.

- “Madre Antenas”, ustedes los Insectos, siempre tan inseguros – interrumpe “Garras I” – Son las órdenes de “Alma Brillante”, él lo dejó a cargo.

- En eso tiene razón “Madre Antenas”. Es muy prematuro nombrar a… disculpe, ¿Cuál es su nombre, señor? – me pregunta “Madame Ha’wk”.

- Animal es mi nombre, Madame - contesto apresuradamente.

- Bueno… es muy prematuro nombrar a Animal como el soberano.

- Con la discordia entre los representantes de las Tres Familias, me es imposible llevar a cabo la ceremonia – zanja la conversación “Cascabel” - Por tanto, y ante la duda, el Candidato será puesto a prueba.

- ¿Una prueba? – pregunto

- Si. Las Tres Familias no han aprobado tu ascensión al trono, por lo tanto serás puesto a prueba con otros postulantes, recomendados por los miembros de las Tres Familias – me responde.

- Yo – interrumpe “Garras I” – como representante de la Familia más importante de Agartha, apoyo la confianza depositada por “Alma Brillante” en nuestro buen amigo aquí presente.

- Muy bien – contesta “Cascabel”.

- Las Aves enviaremos nuestra respuesta mañana – acota “Madame Ha’wk”.

- ¿Y ustedes? – pregunta “Cascabel” a “Madre Antenas”.

- Pues nosotros hemos decidido nombrar a “B’Horn”, como nuestro postulante al trono de Agartha – responde ella, mientras que mueve de una forma muy vistosa las antenas que sobresalen de su cabeza.

En ese instante, la cueva comienza a temblar, y la entrada se oscurece. Una gran figura aparece de la entrada, antecedida por un grito ensordecedor.

- ¡B’Horn será quien sea el Rey! – sentencia la criatura con forma de escarabajo que acaba de entrar en la sala.


Continúa…
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