28.12.11

Quasar #13

“Los Posibles Futuros”
Historia: Rodrigo Roa


I

Junto a Hyperman y Nova, a quienes había conocido en su reciente aventura*, Quasar observaba pensativo el infinito espacio profundo. De pie en un pequeño asteroide, la luz de los astros llegaba silenciosa hasta ellos.

El campo de fuerza en el que estaban, emitido por Quasar a petición de sus compañeros, contenía el oxígeno suficiente para permitirles sobrevivir, y para lograr escuchar las palabras de los otros.

- ¿Qué harás ahora? – preguntó Nova a Hyperman.

- Volveré a mi planeta, Dardac… - respondió – Mi mundo necesita de mucha ayuda para volver a la prosperidad que alguna vez tuvo nuestra civilización… ¿Tú regresarás a la Tierra?

- La verdad, no lo creo… - respondió melancólicamente Nova – Después de todo lo que ha pasado y lo que hemos sabido*, siento que ya no es un hogar para mi… - y tras una pausa, se dirigió a Quasar, que sólo estaba allí, de pie, sin expresión - ¿Y tú? ¿Cuáles son tus planes?

- Yo… ya he comenzado a comprender lo que soy… Debo seguir buscando respuestas…

- Espero que las encuentres, y recuperes tu humanidad, amigo – le dijo Hyperman.

- … Y si alguna vez nos volvemos a encontrar, o necesitas de nosotros, no dudes que te apoyaremos – complementó Nova.

Poco después, se despidieron, demostrando un gran respeto entre sí, y cada uno emprendió su camino: Hyperman hacia Dardac, Nova hacia las estrellas, y Quasar, lleno de sensaciones irreconocibles para él, hacia la Tierra.


II


Canadá.-

- El tiempo se acerca, General. Ya hemos hecho los movimientos políticos necesarios. Ahora, debemos comenzar a activar los demás planes trazados. – explicaba el Primer Ministro a Bernard Mathieu.

- Entiendo, Señor. El “Projet Acadia” estará operativo en cuanto sea preciso.

- Muy bien, General. Felicite a sus hombres de mi parte, a los soldados y a los científicos. Dígales que ahora verán el fruto de su esfuerzo, y que estén preparados…

- Sí, Señor.

El General Mathieu dejó el salón de reuniones, y se dirigió a su brazo derecho en la División Científica, con una orden urgente.

- Doctor LaPreé, ya oyó al Primer Ministro. Nos pondremos en acción. Prioridad uno: traiga de vuelta a Quasar.

III

Gracias a sus enormes capacidades, el vuelo de Quasar hacia el Sistema Solar sólo había tardado una pequeña fracción de lo que establecen las leyes físicas humanas.

Ya podía sentir el calor del Sol, y la esfera azul que era su hogar ya estaba a la vista, en la lejanía.

Pero en ese momento, en el planeta, el Doctor Franz LaPreé daba instrucciones de absoluta precisión a sus asistentes.

- Usaremos un rayo vibrante de partículas electromagnéticas subatómicas – explicaba – Eso lo atraerá de vuelta, tal como el olor de la carne atrae a un perro.

Los preparativos estaban listos. Sólo faltaba la orden, y las enormes antenas instaladas en el lugar, transmitirían el pulso energético.

- Ahora. – dijo LaPreé, y el sistema se activó.

Apenas un momento más tarde, las ondas de energía alcanzaron a Quasar, justo en el instante en que éste entraba a la atmósfera terrestre.

El efecto fue tremendo para la psiquis del defensor, provocando una gran confusión en su mente… Pero el pulso también afectó su forma física.

La vibración le dio de lleno, a nivel nanoscópico, y su cuerpo de energía se dividió en varias partes, al igual que su conciencia…

IV

¿Qué es esto que veo? Hay fuego y humo en el horizonte. El cielo está nublado, y esa oscuridad del cielo viene del sur.


A mi alrededor hay algunos cuerpos… soldados canadienses… ¿Estoy de nuevo en mi país? ¿Cómo pasó esto?


Me doy vuelta, y veo que a mis espaldas hay nieve. Doy pasos, y creo sentir… frío. Si, ¡es frío! ¡He vuelto a sentir frío!


Pero de algún lugar llega un líquido tibio a mis pies… Es sangre. Sangre burdeo que tiñe la blancura de la nieve.


Ahora hay un pequeño pozo alrededor de mis pies… Súbitamente, a la distancia, veo a Mia, caminando acompañada. Lleva una flor en su mano, y la lleva hacia… hacia, ¡la tumba de mi madre! Y a su lado, está… ¡ese soy yo!


¿Cómo es posible? Allí recién había nieve… pero recuerdo ese día… ¿Dónde estoy exactamente? ¿En el futuro? ¿En el pasado? No lo entiendo…


De pronto, una luz cegadora, y luego un ruido seco. Una explosión… gigantesca… lo destruye todo… ¡TODO!


La gente corre, pero no lo logra… caen más cuerpos… ¿Son acaso estas las posibilidades de mi futuro? ¿O es que acaso esta ha sido mi vida?..."


Continúa…
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* ¡En la gran saga Star Crusade!


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