16.5.12

Blackbird #17

“Imperio” (1 de 3)
Historia: Zirijo.

I

- “Todavía no lo puedo creer” – pensaba Blackbird, mientras seguía en su vuelo directamente al corazón de la Unión Europea.

La mente y el corazón del joven Adam Johnson seguían convulsionados por la muerte de Shark, lo que había sucedido con sus Sophie y Matt, y con The King. No podía ver en qué momento preciso la situación del mundo se había tornado tan oscura y peligrosa. Una gran plaga estaba azotando al mundo, y la única cura estaba siendo vendida por mezquinas intenciones. No podemos estar solos, no podemos abandonarnos.

- “Blackbird… ¿dónde te encuentras?” – interrumpe un pensamiento al joven defensor. Es una voz femenina, muy familiar. Lady Star.

Blackbird detiene su vuelo, muy cerca de la costa de Portugal, tierra firme después de un par de horas de vuelo sobre el océano.

- Recibí una invitación, Lady Star, una tarjeta apareció a la puerta de mi casa. Un tal Pimpinela Escarlata me está esperando en Inglaterra para discutir sobre la muerte de Shark – responde Blackbird, entre hablando sólo y comunicándose telepáticamente con su compañera de Defensores Unidos.

- “Quick ha estado preguntando por ti” – nuevamente puede entender Adam en su mente – “Luego del funeral de Shark, desapareciste”.

- Fui a mi casa… quería pensar un poco, pero al ver la invitación, y al llegarme a mi propia casa, pensé que podría ser importante venir.

- “Tenemos muy poca información sobre ese tal “Pimpinela Escarlata”, Blackbird, tómalo con precaución” – se telecomunicó Lady Star.

- Tengo un buen presentimiento sobre esto, Camille… volveré lo antes posible para contarte lo que hablemos en la reunión. Blackbird fuera. – dijo el defensor y continuó su viaje hacia Inglaterra. Su destino específico decía “El Descanso del Pescador”.

II

Una vez que cruzó los cielos del viejo continente, Blackbird no tardó en percatarse que no tenía idea de la ubicación del tal “Descanso del Pescador”, por lo que necesitaba información. Decidió, hábilmente, descender de su vuelo en una zona no muy poblada, cerca de Dover, la única referencia a que hacía la carta, que llevaba como firma, el sello del misterioso Pimpinela Escarlata.

Guardó su disfraz lo mejor que pudo bajo sus ropas de civil, para investigar el lugar y asegurarse que no fuese una trampa. Preguntó un par de veces, pero nadie pareció prestarle atención y todos seguían su camino, hasta que preguntó a una mujer que aparcaba automóviles en York Street, la calle principal.

- Debes seguir hasta el final de la calle. Allí llegas a una rotonda vehicular, y sigues a la derecha. Está muy oculto, frente a la calle Wellesley, que da al mar – respondió amablemente la mujer, luego de mirarlo por unos segundos, como si tratase de ver quién era.

Adam le dio las gracias, y comenzó a caminar en la dirección que lo había enviado la mujer. De repente escucha a su espalda:

- ¡Hey, Adam!, dejaste caer tu billetera – dijo la misma mujer que le había ayudado recientemente.

- Muchas gracias – respondió Adam, pero luego, dudó - ¡¿Cómo sabe mi nombre?!

La mujer se puso un tanto nerviosa ante la pregunta del muchacho, pero luego dijo que no pudo evitar abrirla y ver su nombre en ella. Eso tranquilizó un poco al defensor en su faceta de “civil”, pero no quitó de su cabeza la duda. Continuó caminando y pensando sobre el poco tiempo que tuvo la mujer la billetera en sus manos y como ésta no había sido desabrochada. Caminó hasta donde la mujer le había indicado, y resultó correcta la instrucción, ya que en frente suyo un gran cartel daba la bienvenida al “Descanso del Pescador”, una pequeña y muy antigua taberna que aún resistía los embates de la modernidad.

La acogedora taberna estaba casi vacía, solo habían tres mesas ocupadas, y al fondo, una de esas mesas, ocultaba a una persona tras un gran periódico.

Apenas entró Adam Johnson, el ambiente se tornó un poco más tenso, pero sus habilidades de empatía no se alteraron en lo más mínimo. Era un lugar seguro. El cantinero al momento de verlo lo miró fijamente, tal como lo había hecho la mujer que aparcaba automóviles anteriormente, y dijo:

- El Jefe lo espera en la mesa de al fondo.

Adam se sorprendió y caminó lentamente hacia la mesa. Estaba sorprendido de cómo lo habían reconocido inmediatamente, y de cómo se estaban dando las cosas. Estaba en frente del sujeto oculto tras el periódico de hoy, y carraspeó un poco.

- Sé que estas ahí chico, pero no quiero ver tu rostro. Son indicaciones del jefe – dijo el sujeto, sin bajar el periódico – El jefe te espera en Bordeaux, Francia. Te llevaré hasta allá, pero primero ponte la máscara, nadie podrá verte.

Su empatía no fluctuaba, por lo que decidió ponerse la máscara en ese mismo lugar, dándose la vuelta descubrió que el lugar estaba completamente vacío.

III

Luego de casi tres horas y media de viaje en helicóptero, ya se encontraban en Bordeaux, Adam bajo su disfraz de Blackbird, y Preston Blakeney enviado por Pimpinela Escarlata.

- El jefe necesita que te deje en el subterráneo del Instituto de Estudios Políticos de Bordeaux, donde te espera – dijo al fin Preston, que había pasado el viaje completo sin hablar ni una palabra, aparte de las órdenes de Pimpinela Escarlata – pero confía en que puedas ayudarlo en lo que viene.

Blackbird lo miró y supo que Preston era una buena persona y notó que sus palabras eran de todo corazón.

- No te preocupes, Preston. Ayudaré en lo que más pueda a Pimpinela Escarlata, después de las molestias que se tomó para invitarme, es lo menos que puedo hacer.

Ambos bajaron en el Helipuerto de la Facultad, y Preston dirigió a Blackbird hacia las escaleras. Este bajó solo, hasta llegar a la primera puerta que encontró. La abrió y se encontró con un pasillo solitario. Un letrero que apenas pudo entender por su pobre dominio del francés, decía algo sobre una conferencia privada. Sintió que alguien se acercaba y se escondió. Era un hombre de aspecto español, por sus rasgos faciales. Muy fornido, miró a todos lados y luego entró a la conferencia. Blackbird sintió que ese era el lugar donde lo esperaba Pimpinela Escarlata, y también entró.

Una serie de escáneres y otros dispositivos registraron a Adam, y luego abrieron lo que era la entrada a un cuarto lleno de personas. Blackbird entró con precaución, pero luego vio que todos en la asamblea portaban disfraz. 

- ¡Hey, Blackbird! – escuchó el defensor, mientras todos lo quedaron mirando en ese instante – Te estábamos esperando.

Era un sujeto alto, elegante y con una gran capa roja. Portaba una flor en su solapa, sujetando su capa, lo que le identificaba como el anfitrión de Blackbird en esta reunión.

- Saludos, héroe de Eria. He escuchado mucho de ti, y espero que no haya sido una molestia la invitación para la reunión de esta tarde – saludó el héroe británico, con una reverencia y un fuerte apretón de mano.

- No es molestia, Pimpinela Escarlata. Su amigo, el del helicóptero, fue muy amable – respondió el joven héroe - Aunque… creo haber escuchado su voz antes…

- Oh si, Preston… mi buen amigo Preston me comentó sobre tu confianza y disponibilidad. Creo que debo trabajar en eso, lo de la voz. Sabias palabras de Preston… oh, Blackbird, perdona, pero la asamblea está a punto de empezar… sentemos por acá – dijo el misterioso anfitrión, mientras comenzaba la Asamblea. El primero en hablar fue un hombre, cuyo pelo blanco que indicaba una avanzada edad, de acento alemán, pero que hablaba un inglés fluido.

- Hoy me dirigiré a ustedes como Doctor Neutrón, compañeros de justa, y nos hemos reunidos aquí para hablar sobre el futuro, el futuro del mundo…

IV

- La situación es la siguiente, damas y caballeros presentes – dijo Pimpinela Escarlata, luego de una serie de intervenciones previas de otros héroes – Estamos en riesgo. La situación del mundo es riesgosa y no podemos seguir de aquí a allá combatiendo contra esos riesgos, solos. Nos tenemos unos a los otros, en esta misma “Misión”, esta misma “Justa”, como lo dijo el Doctor Neutrón al inicio de la Asamblea. Lo que la situación del mundo nos ha demostrado con las acciones que ha tomado Estados Unidos, es que estando cada uno por nuestra cuenta, no podremos ayudar a nadie… ni siquiera a nosotros mismos. 

Esta Asamblea fue convocada para hablar de este problema, de lo que nos espera a futuro y de cómo, juntos, podemos hacerle frente de una mejor manera. No podemos llevar justicia al mundo, si somos injustos con nosotros mismos; no podemos llevar paz a nuestros congéneres de la Unión Europea si es que nosotros mismos no encontramos paz entre nosotros…”

Los asistentes se deshicieron en murmullos luego de las palabras de Pimpinela Escarlata. Nadie sabía cómo enfrentar la situación, y todos tenían miedo sobre el futuro que les deparaba el actual conflicto mundial. Blackbird supo en ese momento que lo que decía Pimpinela Escarlata era lo correcto, lo más lógico. Enfrentar los problemas juntos siempre fue la mejor manera de enfrentar las cosas. Su pelea contra Void le enseñó que hay que cuidar y luchar por lo que uno cree y ha logrado construir; sus experiencias con su madre, Itfad y su “tío”, Itnok, le dieron las herramientas para saber quién era y así poder defender eso por lo que su padre había luchado toda su vida; su enfrentamiento con la representación del Miedo, Itmed, le enseñó a que no había peor enemigo que no atreverse a hacer las cosas que uno creía como correctas; y su último encuentro con su amigo Matt Parker, no sólo le mostró lo impredecible que puede ser la vida, sino que lo frágil de las cosas que uno estima.

Blackbird sabía que ese era el camino correcto, lo sabía, y sabía también que no sólo la Unión Europea debía unirse para enfrentar la amenaza, sino que el mundo entero debía apoyarse, tal como lo hacían sus compañeros de Defensores Unidos.

- ¡Señores! – interrumpió el balbuceo de Blackbird, levantándose de su asiento para poner orden en la reunión - Pimpinela Escarlata habla con verdad sobre la unidad y lo que debemos hacer para prevalecer a esta amenaza que nos asecha. Pero no es por miedo por lo que nos debemos reunir, sino porque lo que hacemos: defender al débil; castigar al opresor; y detener al injusto. Es lo correcto, y no podemos hacerlo siempre solos. Necesitamos siempre a alguien que cuide de nuestras espaldas, que nos apoye en lo que necesitamos, y no sólo eso, también necesitamos a veces a alguien con quien sólo podamos conversar un momento de lo que nos acongoja y nos preocupa. Necesitamos aprender lo que hace Defensores Unidos, y extenderlo por todo el mundo. Ustedes podrían ser los primeros en establecer una Liga de héroes que pueda apoyarse mutuamente y protegerse en lo que significa todo eso que va más allá de las peleas… eso que llamamos vida.

Un gran silencio se extendió en el salón y nadie sabía qué decir. Blackbird había llegado a sus corazones y todos estaban de acuerdo, implícitamente, que debían hacer algo para trabajar en conjunto. Pimpinela Escarlata se levantó y comenzó a aplaudir, mientras que todos los asistentes lo imitaban. Representantes de todos los rincones de Europa abrigaban la idea de trabajar en conjunto, abrigaban la idea de la camaradería y la fraternidad.

- Muy bien muchachos, sólo nos queda ponernos a trabajar. Hoy nace la Liga de la Unión Europea, y hoy nace también el futuro, un futuro diferente, que sólo les pertenece a los valientes y a los osados… a aquellos que cooperen para trabajar en un mundo mejor – sentenció Pimpinela Escarlata, haciendo que la asamblea estallara en aplausos, alegría y abrazos.

- Muy bien Blackbird, sabía que invitarte era una buena idea – le dijo luego Pimpinela Escarlata a Adam, que bajo su máscara dibujaba una sonrisa de satisfacción – Creo que deberías proponer esta misma idea en tu país de origen, Eria. Les haría muy bien.

- Si, Pimpinela, lo pensé también, mientras decía mi discurso… bastante improvisado por lo demás.

Algo interrumpió a Blackbird, dejando ver en su máscara que su rostro había cambiado. Algo había cambiado en su semblante, como si supiera que estuviera sucediendo algo en Angalileo, algo muy importante.

- Mis fuentes dicen que The King está de regreso en tu ciudad, Blackbird – le comentó inmediatamente Pimpinela Escarlata al defensor – Tu rostro me dice que ahora tienes tu cabeza en otro lado…

- Si… lo sé… pero es algo… algo más grave… en fin, volveré a Eria para poder conversar con Lady Star sobre esto y difundir la idea de las Ligas por todo el mundo.

- Sería una gran ayuda para todos nosotros, los encapotados…

V

Mientras, lo que le preocupaba a Blackbird era más que subliminal. En las calles de Angalileo, tal como lo dijo Pimpinela Escarlata, The King estaba de vuelta, pero esta vez huía. Sus pasos retumbaban por los callejones vacíos de la ciudad. Una sombra lo perseguía, una sombra llamada The Cluster...                          


Continuará en "IMPERIO" #2 y en Blackbird "18…
_

No hay comentarios: